Como soy algo despistado, me extrañaba mucho haber llegado al
jueves sin que Cospedal hubiera soltado su charlotada semanal. Fue
entonces cuando caí en la cuenta de que estaba viajando por China en una
gran gira artística donde ha aprovechado para perfeccionar el chino,
idioma que suele emplear en público. Fue en chino estreñido en lo que
Cospedal explicó el finiquito de Bárcenas y también le dijo en chino
genovés a Zapatero, en octubre de 2010, que antepusiera los derechos
humanos a los intereses comerciales, cuando le concedieron el premio
Nobel a Liu Xiabobo, un disidente chino en prisión. Esta vez, como los
negocios sucios le tocaban a ella, cuando ha salido el tema de los
derechos humanos, ha respondido en sueco. Otra cosa no, pero María
Dolores de lenguas sabe un rato.
A Cospedal el partido comunista chino la incomoda un poco, claro,
aunque no tanto como el partido comunista cubano; debe de ser que China
cae más lejos. En el PP no andan en buenas relaciones con Cuba desde que
se les murió Fraga, otro genio políglota que hablaba un chino muy
particular, especialmente en gallego. Ahora, a falta de Fraga, mandan a
China a Cospedal y a Cuba a Carromero; de China vuelven con promesas de
contratos comerciales y de Cuba con dos líderes opositores muertos. Hay
que reconocer que, dentro y fuera de España, ningún partido político
está esforzándose tanto por la pervivencia del comunismo como el PP. Lo
mismo celebran la próxima Internacional en Génova.
Mariano, de momento, sigue en Babia, aunque tiene programado un
próximo viaje a China, donde lo han convencido de que vaya aprovechando
que, al menos, es una república popular. No está en su mejor semana
Mariano, y no nos referimos a los seis millones de parados, que eso a él
le importa un bledo, ni a los impuestos que no va a subir este viernes
sino el siguiente. No levanta cabeza desde la estrepitosa derrota del
Barcelona en Munich y del Madrid en Dortmund, porque, de seguir el
fútbol español su cuesta abajo, el Papa Francisco le va a devolver la
camiseta de la selección por correo certificado.
En un foro internacional celebrado en Suzhou, María Dolores, después
de elogiar en chino lo laboriosos y emprendedores que son los chinos, se
ha preguntado qué más puede aportar España a China y China a España.
Traducido del chino genovés, “laboriosos y emprendores” quiere decir
“esclavos”, los miles y miles de trabajadores chinos, muchos de ellos
niños, que trabajan de sol a sol en comercios y restaurantes sin más
legislación ni derechos que los establecidos por las diversas mafias.
China puede aportar más chinos y España un montón de locales vacíos por
desahucio o suicidio de sus propietarios gracias a los desvelos del PP,
que trabaja como un chino en su infatigable labor de ampliar mercados.
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